miércoles, 27 de julio de 2011

El que sabe que lo cuente


Opinión

 José Quirós Gallegos
 
¿Espectáculos o vergüenza al periodismo responsable?

En Costa Rica hemos llegado a la tendencia de perder por completo la definición y vocación del periodismo y muestra de ello son los espacios que alimentan a la población con noticias banales y absurdas.

Es que acaso en este país existe espacio para fomentar los espectáculos de forma sana y noticiosa, o es que simplemente queremos copiar tendencias de otros países al hacer un periodismo "Light", sencillo y que incluso ofende la inteligencia de los que responsablemente toman un micrófono y se postran frente a las cámaras.
 
Por qué será que en los últimos tiempos hemos tomado todo como una broma, en lugar de ver lo preocupante en tema de educación y cultura, pues hemos dado auge para que “comunicadores” que no lo son profesionalmente, se apoderen a diario de su pantalla y le vendan la idea de una realidad efímera y poco consistente para el crecimiento gradual de una sociedad.

Hemos desligado el conocimiento y la razón, de todo aquello que es fácil de vender y sencillo de comprar, pero los análisis, la interpretación, la investigación a profundidad, los temas de relevancia social, simplemente siguen perdiendo importancia y su paso se marchita conforme los Directores de muchos medios han interpuesto su bienestar económico por encima del bienestar social y cultural.

Cuántos espejos o vitrinas estaremos interponiendo entre la era del conocimiento y la era de la desinformación. La interrogante cala hondo al valorar la realidad, mientras algunos se llenan los bolsillos con producciones simplistas, el resto o la masa continúan por un trillo obstaculizado en ese proceso de la veracidad, importancia y culturización.

¿Somos un poder?

El poder claramente existe, las convocatorias se dan, la opinión pública se genera, pero la pregunta radica en cómo damos utilidad de ese poder, si es de forma negativa o bien, detrás de todo existe una intención sana y constructiva.

Al analizar los sectores sociales, económicos y políticos, nos damos cuenta a simple vista, que no ejercemos un poder responsable, que son pocos los que aún sienten preocupación por formar y no deformar.

Somos el reflejo de lo que ocurre en la sociedad, pero también hemos perdido la visión de nuestra función que es educar y si miramos ese reflejo, simplemente es opaco, vacío y sin sentido.

Cuidado, la barca soporta el peso algunos años, pero si no cambiamos su rumbo, simplemente estaremos ahogados en un país desinformado, inculto y empobrecido intelectualmente.

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